DÍAS 12 y 13. UN PASEO POR LAS NUBES

Nuestro último día en la escuela de Pyhäjoki, donde hemos pasado las dos últimas semanas, fue realmente una despedida. Acudimos a Lukio para ver a Tauno, para agradecerle su atención y recoger la documentación oficial de Erasmus Plus, que certificaba nuestro trabajo aquí. Aprovechamos la ocasión para tratar algunas ideas de colaboración futura. Aquí le dimos un abrazo también a nuestro amigo Matti.

Pyhäjoen Lukio, el colegio que nos ha acogido estas dos semanas

A continuación fuimos a Saaren Koulu para despedirnos también de todas aquellas personas que han estado acompañándonos durante estos días: Sami, Mikko, Minna, Johanna, Mari, Antti, Tero y sobre todo, Marianne, ya que es la persona que más tiempo nos ha dedicado.

Con un poco de pena, nos dirigimos a visitar la ciudad de Oulu, capital de esta región del país. Encontramos una gran ciudad, en la que visitamos su mercado, la catedral y el centro de la ciudad.

Ayuntamiento de Oulu

En el mercado de Oulu 

Por fuera del mercado, con una escultura famosa de un policía

Ya por la tarde volvimos a Pyhäjoki para preparar las maletas y descansar, pues al día siguiente  nos esperaría una larga jornada de viaje.

Hoy madrugamos para salir temprano hacia el aeropuerto de Oulu. Allí cogimos un avión hacia Helsinki y otro más, de unas 4h y media de duración, para llegar a Málaga. El resto del camino a casa lo hicimos en coche.

Por el camino hemos tenido tiempo de repasar nuestra aventura. Han sido dos semanas en las que hemos aprendido mucho sobre el sistema educativo finlandés y también sobre la cultura y vida de este bonito lugar.

Algunas zonas comunes del colegio

Víctor en la entrada del colegio  

Alberto en la cabina de lectura de la biblioteca

La moderna biblioteca

Hemos descubierto un país tranquilo, con personas tímidas, pero muy amables, que nos han abierto sus colegios y sus casas. Un país que da prioridad a su educación y que está preocupado por haber bajado ligeramente su puntuación en los últimos informes PISA (aunque siendo el primer país europeo). Ciudades que dotan de los mejores recursos a los centros. Directivos y gestores que no se anclan al pasado y están en continua formación y mejora, introduciendo nuevos sistemas de enseñanza-aprendizaje. Profesores que se preocupan por sus alumnos, especialmente por aquellos con más dificultades, y que les dan autonomía cuando son adolescentes. Alumnos que quieren estudiar y que usan esta libertar responsablemente para aprender.

Pyhäjoki, Yppari, Raahe, son pueblos muy pequeños, pero con un encanto especial que es difícil describir. En ellos el colegio es un lugar familiar, confortable, acogedor y fundamental para sus habitantes. Los finlandeses son conscientes de sus peculiaridades y han aprendido a vivir con ellas. Pasan muchos días al año con 4 h al día de luz y los niños acuden incluso de noche al colegio. Llegan a alcanzar hasta los -30ºC durante el invierno y el mar, los lagos y ríos se hielan completamente. Pero nada de esto les sirve de excusa para dejar de aprender.

Una experiencia de vida que nos servirá para seguir mejorando nuestro colegio. Esto no es un adiós, es un hasta luego. Nos vemos en las clases. Kiitos.

TO BE CONTINUED

Paseando por las nubes